El Centro de Arte Contemporáneo de Caja de Burgos, CAB, ha acogido el tercero de los encuentros programados hoy domingo en el marco del III Foro de la Cultura, titulado Predicciones del creador, sueños o pesadillas. El ilustrador y autor de cómic Alfonso Zapico, la novelista Belén Gopegui, el cineasta Álex de la Iglesia y su socio, el guionista Jorge Guerricaechevarría, han sido protagonistas de la conversación, moderada por Ibán García del Blanco, presidente ejecutivo de Acción Cultural Española, AC/E.
La charla ha comenzado con una reflexión acerca de los límites de la creación. El primero en expresar su opinión ha sido Zapico, que ha destacado que «para los autores, da igual en qué lenguaje nos expresemos, es una obligación intrínseca el ir eliminando barreras». Por su parte, De la Iglesia ha comentado: «Lo que yo algo es el 10%, o incluso menos, de lo que me gustaría hacer, lo que hago es lo que me dejan hacer. Esos son los límites de mi discurso». «No vamos para adelante si hablamos de libertad creativa», ha añadido, «porque mezclamos ideas, pero asustan unas con otras. Por ejemplo, humor con respeto. A la gente le entra miedo. Por ello, vivimos en un mundo mucho más aburrido, porque así se tiene controlado».
Sobre esta cuestión, Gopegui ha comentado: «En mi campo, la literatura, creo que se ha quedado como algo clandestino, y, por eso, es más libre. Pienso que muchos problemas vienen de que se da una censura económica, mucho más evidente, por ejemplo, en el cine». Zapico ha indicado que a él le ocurre algo parecido: «El lenguaje es diferente, somos el cine de los pobres, no tenemos problemas de localizaciones, por ejemplo. No transgredimos pero creo que porque estamos cómodos en la narración, en contar historias». «Los autores funcionamos de forma muy individual, no hay tantos intereses ni agentes implicados. Somos la trinchera de la literatura, estamos más solos pero también más a gusto», ha expuesto. Zapico ha hecho referencia también a la situación que se vive en Francia, donde vive desde hace nueve años, ante el auge de la extrema derecha: «Mis amigos de allí me dicen que, pese a ser español, no tendré problemas allí por dedicarme a la cultura».
Los participantes en el encuentro han abordado también la idea de transgresión que subyace en la creación artística en la actualidad. «No creo que en el proceso creativo se pueda generar algo nuevo. La transgresión no es más que remover la calma, ese poso en el fondo de la olla de lentejas con el que generas sabores que parecen nuevos, pero que no lo son, sabores que han sido olvidados y otros que no han sido mezclados antes como nosotros queremos», ha señalado De la Iglesia. «El genio es la velocidad que tienes para hacerlo. Saber dónde estás y buscar desesperadamente algo», ha añadido. En contraposición, Gopegui ha apuntado: «Yo sí creo que existe lo nuevo. La sociedad es un modelo abierto y los griegos no lo pensaron todo. No podían siquiera imaginar cómo sería un mundo sin esclavos… o sin ordenadores». Precisamente, la escritora ha afirmado que «contamos historias para que aparezca algo inesperado». Guerricaechevarría se ha mostrado de acuerdo con Gopegui: «Creo también que la clave está en lo inesperado, aunque como guionista, mi mundo es especial, porque, ¿cómo manejar todas las opciones que surgen de forma aleatoria?».