La científica María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y el gerontólogo londinense Aubrey de Grey han sido los encargados de cerrar la segunda jornada del III Foro de la Cultura con una conversación titulada El sueño de la inmortalidad. «Si volvemos 200 años atrás, más de un tercio de los niños morían antes de cumplir un año, incluso en los países ricos». De Grey ha iniciado su discurso con esos datos y ha defendido una nueva aproximación al proceso de envejecimiento humano, un modelo que deje lado el viejo enfoque «geriátrico» para adoptar una visión «gerontológica». El científico británico ha recordado algunos de los recientes descubrimientos en ámbitos como la degeneración macular, la amiloidosis cardiaca o la senescencia celular, trabajos que han puesto de manifiesto las posibilidades de revertir el envejecimiento.
María Blasco ha presentado las investigaciones que ha realizado su equipo sobre el acortamiento de los telómeros, un marcador, ha indicado, que «nos ayuda a ver lo invisible del envejecimiento celular». Algunas enfermedades, ha señalado la responsable del CNIO, «están muy ligadas al proceso de envejecimiento. A partir de los 40 o 50 años, el cáncer o el riesgo de padecer un infarto aumentan progresivamente. Los genes y los factores ambientales juegan un papel decisivo en los procesos de degeneración molecular, pero los estudios nos demuestran que se puede retrasar la aparición de ciertas patologías. Modulado algunos mecanismos que están en el origen del envejecimiento, podemos frenar o retrasar ciertas enfermedades asociadas a la edad, aumentando por tanto el tiempo de juventud. ¿Podríamos conseguir nuevos fármacos para tratar ciertas patologías del envejecimiento? Ese será el primer paso», ha afirmado.
«En un futuro, ¿moriremos jóvenes a los 120 años?», ha preguntado la periodista y moderadora de la mesa, Marta García Aller. De Grey ha comentado que durante este siglo estaremos en condiciones de asistir a ese escenario. «¿Por qué no? ¿Por qué poner límites?», ha reflexionado el investigador británico, para quien dentro de 20 o 30 años ya podremos ver los resultados de la aplicación de una primera generación de terapias. Blasco ha puesto también el acento sobre nuestros estilos de vida y alimentación: «La vejez no consiste en tener arrugas o canas, es algo que empieza a ocurrir en nuestro cuerpo mucho antes de que podamos percibirlo. Pero podemos revertir ese proceso con otro estilo de vida». «Hoy sabemos que determinados hábitos son nocivos —ha coincidido Aubrey de Grey— pero también sabemos que comportarnos bien no nos da tanta ventaja final. Fijémonos en EEUU, pese a sus índices de obesidad, su ranking de longevidad le sitúa solo con una esperanza de vida menor en cinco años. ¿Voy a dejar de comer hamburguesas para ganar cinco años de vida?», ha ironizado.