Odile Rodríguez de la Fuente conversa con Heike Freire y Katia Hueso en ‘Educar en la naturaleza’, moderadas por Beatriz Sacristán
LA EDUCACIÓN PARA VINCULAR ESTRECHAMENTE AL HOMBRE CON LA NATURALEZA
El segundo de los encuentros, ‘Educar en la naturaleza’, estuvo moderado por Beatriz Sacristán (del colectivo burgalés ‘One, Two, Free!’) y contó con la participación de la filósofa Heike Freire, la bióloga Katia Hueso y la autora Odile Rodríguez de la Fuente, que conversaron sobre los enfoques educativos en torno a la educación en medio ambiente, los beneficios del contacto con la naturaleza y cómo vivimos de espaldas a él, lo que podemos hacer como familia y educadores para satisfacer las necesidades de los niños de cara a este contacto, o sobre cómo acercar la naturaleza al entorno urbano y formal, entre otros temas.
«El contacto cotidiano con la naturaleza es muy importante», valoró Heike Freire: «Es una especie de buena amante, cuanto más la frecuentas más la amas, y cuanto más la amas más la frecuentas». Esa relación cotidiana es una base fundamental para educar a las nuevas generaciones: «No podemos pensar la educación como algo al margen de la sociedad», sentenció Odile Rodríguez de la Fuente: «Todo es muy mecanicista: a los niños se les pone un control por edades, no se adapta la educación al niño sino que este es el que se adapta a lo compartimentalizado».
«La educación tiene que ampliar miras, tiene que haber un sistema formal pero también una permeabilización hacia el resto de la sociedad», coincidió Katia Hueso: «Hay que permitir que en ese sistema formal haya conexiones con el territorio y otros lugares: la vida no está separada en cachitos, no debemos seguir aprendiendo de manera cuadriculada».
