Gilles Lipovetsky: «La cultura es lo que ilumina los espíritus, no da respuestas a interrogantes pero ayuda a que veamos mejor»

Gilles Lipovetsky: «La cultura es lo que ilumina los espíritus, no da respuestas a interrogantes pero ayuda a que veamos mejor» 6016 4016 Foro de la Cultura


Gilles Lipovetsky en el II Foro de la Cultura
«En una sociedad dominada por la técnica, es imprescindible que existan proyectos que apuesten por la cultura, que es lo que ilumina los espíritus», señaló ayer en Burgos Gilles Lipovetsky en relación a su participación en el Foro de la Cultura. El intelectual francés, una de las voces más influyentes del pensamiento actual, protagonizó en el Fórum Evolución la última de la actividades previas al II Foro de la Cultura, que se celebrará en la capital burgalesa del 4 al 6 de noviembre bajo el lema ‘Identidades, en la frontera’, un encuentro en el compartió conversación con el periodista y escritor Jesús Ruiz Mantilla.

Lipovetsky comentó que «en el mundo hipermoderno todo llama al conocimiento, surgen preguntas y nuestros contemporáneos están buscando las respuestas, y la cultura encuentra ahí su razón de ser: no las da, pero ayuda a las personas a que vean mejor». «Antes eran sencillo: había grandes respuestas para todo, como el catolicismo», expresó, «y el mundo se dividía en este y en oeste, existían una izquierda y una derecha definidas, pero en la actualidad ya no es así». «En mi opinión, no se trata de decir a las personas lo que está mal o lo que está bien, lo que tienen que pensar, sino de ofrecerles posiciones de análisis sirve para que entiendan mejor lo que acontece a su alrededor», añadió, «porque vivimos en una época de consumismo en la que queremos todo de forma inmediata, fácil y divertida, pero, a la vez, también queremos comprender».

En este sentido, expuso, además, que la sociedad actual se encuentra inmersa en una «cultura emocional que arrastra todo, y es algo que como intelectual no puedo aceptar». «Lo emocional se vende mejor, la gente se identifica con ello, exige menos interrogantes y es más consensual», añadió, «pero es necesario que haya más reflexiones, porque en una sociedad abierta como la nuestra, existen muchos problemas». «Es más, diría que todo es un problema», sentenció, «y, por eso, debemos seguir planteándonos interrogantes, para que lo emocional no acapare todo el espacio».

La educación, clave en la sociedad del siglo XXI

Lipovetsky hizo referencia también a la crisis política que atraviesa Europa, que, aseguró, deriva de que «la oposición entre izquierda y derecha sigue existiendo pero está muy diluida, el militantismo político ha bajado, la gente vota cuando quiere y existe, sobre todo, una profunda crisis de confianza». «Los ciudadanos ya no creen en las grandes ideologías, y eso está bien porque fueron el desastre de la primera mitad del siglo XX», apuntó. «Sin embargo, hay quien puede decir que ya no existe un interés real en la política por parte de los individuos, pero no es así, sí lo hay, sólo que han surgido nuevas formas de participación ciudadana fuera de los partidos», aseveró, «se implican en problemas más circunscritos, como la construcción de un aeropuerto o el cierre de una escuela o para proteger la naturaleza». «No creo que el ciudadano haya perdido el interés en la política, pero, desde luego, lo que ha desaparecido es la religión de lo político», afirmó.

Gilles Lipovetsky y Jesús Ruiz Mantilla en el II Foro de la CulturaA este respecto, el filósofo francés expuso también su opinión sobre el populismo: «Tiene el problema de que todo es simple, están los buenos y los malos, los puros y los impuros, y las soluciones que se dan son sencillas». «En este contexto, se manipula a las personas, por eso es tan importante la formación: cuanto más formado estás, menos sigues los cantos de sirena del populismo, creo que un pueblo formado está menos dispuesto a adoptar sus soluciones fáciles», indicó. «Estoy convencido de que el siglo XXI va a ser el de la educación, es esencial para la evolución de la economía mundial y en ello deben centrarse nuestros esfuerzos», comentó. «La educación es ahora más importante que nunca, porque antes los países vivían relativamente cerrados en sí mismos, pero actualmente un país como España está abierto al turismo, al desarrollo, a la industria, al mercado», añadió, «por eso hay que formar a las personas y ser creativos e inteligentes». «En Europa no tenemos petróleo ni gas ni oro, así que la creación de los hombres y mujeres es lo que puede hacer rico a un país», apuntó.

Lipovetsky concluyó su intervención haciendo una reflexión sobre la necesidad de «encontrar políticos honestos, morales y éticos». «Pero la moral y la ética no lo son todo: necesitamos políticos inteligentes que comprendan la complejidad de un país y los retos del mundo», dijo. «Un político de verdad no es el que da gusto a la gente, sino el que está dispuesto a lograr que esa gente acepte medidas difíciles», expresó, «y ahí aparecen los verdaderos líderes políticos. Ha habido a lo largo de la historia y confío en que siga habiéndolos».