Lo grotesco ha sido el punto de partida del debate que ha protagonizado la mesa anterior, que ha convocado al miembro fundador de Siniestro Total, Julián Hernández, al escritor y cineasta Santiago Lorenzo y a la coreógrafa, bailarina y también escritora Greta García, autora de Yo quería bailar. Un encuentro que ha reivindicado la aportación de figuras como Chaplin o Buñuel, pero también ese universo de las «incorrecciones» del día a día que desatan la risa.
Para el músico gallego, que se ha reconocido admirador del «humor negro» y las historias «salvajes», el mejor humor es aquel que «dispara por debajo de la línea de flotación». «La tragedia y la comedia van siempre juntas, van siempre de la mano», ha precisado García, quien ha reconocido utilizar el humor y su experiencia personal para «ahondar en cosas más profundas». Gracias al humor, ha añadido, «combato aquello que detesto o, al menos, sobrevivo. Me gusta escribir desde la rabia y el enfado máximo, me libera».
«Lo primero es divertirse uno mismo; si uno no se divierte es raro que los de más lo hagan. Hay payasadas muy serias», ha defendido el músico gallego. Lorenzo, convertido en un autor de culto para muchos gracias a Los asquerosos, ha reivindicado la libertad de abordar asuntos como los conflictos o la violencia para transformarlos en materia de sátira y retrato grotesco. En todos nosotros, ha señalado, hay un escritor o un cineasta: «Todos sacamos la materia de cosas que tenemos muy cerca o que, por otra parte, nunca ocurrirían, como la Guerra de las galaxias. En esa oscilación de lo que no va a pasar nunca y aquello que te ocurre se mueve todo».