La primera de las mesas de debate del VII Foro de la Cultura, celebrada en las Cortes de Castilla y León, ha tenido como invitados a Carlos Ysbert, María José Aguirre de Cárcer, Daniel Gascón y Rafa Vega ‘Sansón’
El espíritu irreverente y ácido de Los Simpson ha protagonizado hoy la primera de las conversaciones que propone el Foro de la Cultura en su séptima edición, cuyo programa de actividades se extenderá hasta el próximo domingo 25 de febrero. Bajo el título de ¡Mosquis!, el escritor Daniel Gascón, el actor de doblaje Carlos Ysbert y la traductora de los guiones de la popular serie, María José Aguirre de Cárcer, moderados por Rafa Vega ‘Sansón’, han conversado en las Cortes de Castilla y León sobre las claves que explican la enorme popularidad de la comedia televisiva americana, que suma más de tres décadas en antena.
«Los Simpson forman parte ya del imaginario colectivo de países del mundo entero», ha destacado el presidente de las Cortes, Carlos Pollán Fernández, durante la apertura del encuentro. «Muchas expresiones de Los Simpson se han incorporado al habla popular. Algunos de estos giros, incluso, han conquistado la inmortalidad de los más prestigiosos diccionarios», ha añadido. Un éxito que, en palabras de Ysbert, debe mucho a la capacidad de la serie para «reflejar la realidad de occidente» y «adelantar muchas de las cosas que han ocurrido después»: «Los Simpson tienen tantas lecturas que lo pueden ver un padre y un niño pequeño, pero están viendo cosas diferentes», ha defendido Aguirre de Cárcer, para quien Homer representa un «gañán y un tipo impresentable y zafio», ha subrayado que, a un mismo tiempo, «es una buena persona. Es un personaje que tiene buen fondo y que cae bien en la cultura española», un héroe con el que todos podemos sentirnos representados en ocasiones.
Los personajes, ha subrayado, Gascón, son una de las señas de identidad de la serie: «hay personajes fallidos pero con buen corazón» y estos arquetipos permiten conectar con públicos muy diferentes. Para Gascón, ese retrato de «una familia tradicional con sus desestructuraciones» tiene mucho que ver con nosotros: «todos somos fallidos, pero cada uno intenta hacerlo lo mejor que puede y quiere ayudar a los suyos». Ysbert ha puesto también en valor el atrevimiento y la capacidad de los guionistas para traspasar límites y tocar temas incómodos: «se han metido con todos los presidentes de Estados Unidos, con independencia de su color, y también con el sistema», aunque reconoce que tal vez han pasado de puntillas por cuestiones tan sensibles para la cultura norteamericana como la extensión de las armas de fuego. Tanto Ysbert como Cárcer han querido finalmente agradecer la oportunidad de trabajar tantos años con «un material así» y con un «equipo con tanta sintonía». «A veces la realidad es tan disparatada que se parece a Los Simpson», ha reconocido Aguirre de Cárcer, que ha subrayado esa capacidad de la serie para conectar con generaciones y sensibilidades tan diferentes.