La socióloga, economista y urbanista y merecedora en 2013 del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales Saskia Sassen (La Haya, 1949), reflexiona para el Foro de la Cultura sobre el impacto que va a dejar el coronavirus sobre todo en las ciudades. «La gente humilde que vive en las grandes ciudades será quien más va a sufrir la crisis, esta es la parte más trágica de la pandemia. Los más débiles, los que no tienen vivienda, son quienes, en mayor medida, van a morir y sufrir las consecuencias económicas. Si todas las distintas clases sociales -de las ricas a las modestas- tienen el mismo nivel de riesgo sería un poco más aceptable que si la gran mayoría de los pobres terminan siendo víctimas» pero, añade, «casi ningún rico es víctima… y eso me parece profundamente triste e inaceptable. No sé, la gente pobre ya ha sufrido demasiado».
La ensayista acaba de publicar el libro Cities at War (Ciudades en guerra. Columbia University Press 2020) junto con su colega británica, la académica y analista política Mary Kaldor. A pesar de todo, Sassen considera que «hay elementos para la esperanza, empezando por las heroicas enfermeras y doctores, esto hay que reconocerlo». A nivel más genérico, continúa, «vamos a tener que confrontar que un actor invisible a nuestros ojos y a nuestras narices ha entrado en nuestras vidas y nosotros no tenemos los instrumentos que nos hubieran dado la alerta… Nos invadieron silenciosamente, nos tomaron por sorpresa». Y resalta, «hay que decir que algunos especialistas dicen que sabían que esto podría pasar, pero no está del todo claro. Es un actor invisible, sin ruido, sin olor, es una especie de terror».
Sobre cómo están gestionando la crisis los líderes mundiales, Sassen afirma «creo que en China, en Wuhan, lo hicieron bien. En Italia y en España primero dijeron a la población que no se preocupara y mira ahora… Pero lo más triste es lo de EE.UU. que llegó más tarde. Las estupideces que dijo Trump cuando ya lo sabía todo son terribles».
Finalmente, la socióloga señala que la influencia que esta crisis va a tener en las ciudades es, «claramente una amenaza. Pero también sabemos que esa amenaza no es permanente. Es una curva que sube, sube y en un cierto punto se vuelve algo más mínimo que nos imaginamos marca una especie de muerte: estamos todos encerrados, y cada otro humano es una potencial amenaza…». Y concluye, «¿te imaginas si Hitchcock estuviera vivo? Generaría un filme extraordinario».
El Foro de la Cultura ha reunido durante sus últimas tres ediciones celebradas en Burgos, y en sus diferentes escenarios, a más de 200 ponentes procedentes de 15 países, entre los que se encuentran prestigiosos humanistas e intelectuales de todo el mundo vinculados a la ciencia, la arquitectura, la ecología, la educación, la cultura, la política o la sociología. El Foro celebrará, entre los próximos 13 y 15 de noviembre, su cuarta edición con el cambio climático como eje central de su programa.