VI Encuentros en Santa Cruz

Reflexiones sobre temas de los que hay que hablar

Hay silencios de todos los colores: el silencio por respeto, por miedo, por ignorancia o por olvido; el silencio como renuncia, como postura política y como ejercicio ascético; como demostración de paciencia, como medida cautelar. El silencio como reproche, como limitación física, como bloqueo mental. El silencio cómplice, el silencio sabio y el silencio traidor; el mal intencionado, el mentiroso y el manipulador; el silencio de cortesía, el que dicta la prudencia y el que exige la huida; el silencio sistemático, el estratégico, el calculado; el silencio de la seducción y el juego, el de la provocación y el desafío… y, en fin, siempre, siempre, siempre, a la postre, el silencio de todos los silencios, el silencio irrenunciable.


Shakespeare escribió que es mejor ser rey de tus silencios que esclavo de tus palabras, y un proverbio oriental aconseja hablar solo cuando tus palabras sean mejores que el silencio, pero todos conocemos silencios dolorosos, silencios hirientes, silencios abrasadores y silencios decididamente imperdonables, así que, quizás, la experiencia del silencio sea algo tan íntimo y lleno de matices que intentar clasificarlo resulte banal.


En estas jornadas, os invitamos a reflexionar sobre las mil caras del silencio de la mano de un ramillete de mentes brillantes, cultivadas en las humanidades, el arte, la ciencia, la espiritualidad y muchas otras disciplinas vitales, que nos hablarán de de su relación personal, tal vez única, con el silencio.